Reseña de Jurassic World: Fallen Kingdom (con spoilers)
Imagen:
Universal Studios y Amblin Entertainment
Hace
tres años, la saga de Jurassic Park
regreso con gran fuerza, después de estar ausente de las salas de cine por más
de una década. Jurassic World, dirigida
por Colin Trevorrow, conquisto al público, y se convirtió en el éxito taquillero
más grande del 2015, record que le fue arrebatado meses después por Star Wars: The Force Awakens, dirigida
por J.J. Abrams. Ahora J.A. Bayona, director de El Orfanato (2007) y The
Impossible (2012), se sienta en la silla de director y nos presenta Jurassic World: Fallen Kingdom, la
segunda entrega de la nueva trilogía jurásica, la cual es un emocionante intermediario
que enlaza un fantástico inicio con lo que promete ser un excitante final.
Han
pasado tres años del incidente en la Isla Nublar, y la historia de la película
comienza con un (interesante) drama sociopolítico. La isla comienza a
experimentar una fuerte actividad volcánica, y el gobierno de los Estados
Unidos, presionado por grupos activistas, debate sobre el destino de los
dinosaurios: protegerlos como especies en peligro de extinción, o dejar que el volcán
culmine con sus vidas.
A
pesar de tener una corta filmografía, Bayona es un director cuidadoso con los
detalles. Fallen Kingdom es una película
con una hermosa estética visual, basada en los colores obscuros y opacos, y excelentes
encuadres. Los efectos visuales, tanto en CGI como animatrónicos, son
disfrutables, sobre todo en 3D. Una sensación de suspenso invade cada momento dramático
del film, manteniendo al espectador nervioso y angustiado, haciendo honor al género
techno-thriller (Michael Crichton, autor de Jurassic
Park, es considerado el padre de este género). Tristemente no es una
secuela perfecta. La trama suele avanzar a un ritmo acelerado, toma situaciones
ya vistas anteriormente en la franquicia y hay muy pocos escenarios a comparación
con la entrega anterior.
Los
personajes “viejos” le dan un toque especial a la película. Chris Pratt (Owen
Grady) y Bryce Dallas Howard (Claire Dearing) vuelven a tomar el rol de los personajes
protagonistas, pero ahora más conscientes de los peligros que se pueden
encontrar en su travesía. B. D. Wong vuelve a interpretar al Dr. Henry Wu, quien
paso de ser un personaje secundario en la primera trilogía a ser un villano ambicioso,
aunque su participación sigue siendo secundaria. La última vez que vimos a Jeff
Goldblum interpretando al Dr. Ian Malcolm fue en The Lost World: Jurassic Park, estrenada en 1997. Aunque su aparición
es de unos breves minutos, el Dr. Malcolm se muestra con la misma postura ideológica
y visión casi profética que ha mostrado desde 1993, y es de los que apoyan la
idea de que los dinosaurios deben extinguirse, teniendo como argumento su experiencia
con dichos animales.
AQUÍ COMIENZAN LOS SPOILERS
Por
otro lado, los personajes nuevos son el punto más débil. Primero tenemos a Sir Benjamin Lockwood (interpretado por James
Cromwell), quien resulta tener un papel crucial en la creación del primer
parque. Tal y como paso con Star Wars:
The Last Jedi (2017), la inclusión de este personaje puede provocar que los fanáticos
de la saga dejen de verla de la misma manera. Justice Smith interpreta a Franklin
Webb, quien es el personaje cómico y que le resta carga emocional a las escenas
fuertes; sencillamente, es un personaje innecesario. Daniella Pineda es la Dr.
Zia Rodriguez, quien se presenta como una mujer fuerte e independiente, y lo
remarca en varias ocasiones. Aunque no tiene nada de malo incluir este este
tipo de personajes, estamos ante un caso en donde lo políticamente correcto es
un acto de necedad y no de necesidad. Rafe Spall es Eli Mills, el típico villano
con el típico plan del típico negocio lucrativo, visto anteriormente en The Lost World.
Maisie
Lockwood, la nieta de Benjamin Lockwood (nterpretada por Isabella Sermon), es un
caso especial. Mucho se especuló sobre este personaje desde que la primera
imagen oficial de la película se hizo publica, principalmente sobre su rol en la
cinta. En dicha imagen se mostraba a la niña de espaldas, viendo el cráneo fosilizado
de un triceratops. La pequeña
Maisie es un claroscuro dentro de la
historia. Desde el momento en el que aparece por primera vez, el espectador
simpatiza con ella por su carisma, personalidad y espíritu aventurero, pero su
historia rompe el molde de la franquicia: resulta que no es nieta de Lockwood,
es un clon de su hija fallecida, creada de la misma forma que los dinosaurios. Esta
idea es chocante y descabellada, y no tiene lugar en una trama en donde el
principal elemento son las criaturas prehistóricas; resulta ser un personaje
que no tiene razón de ser. No obstante, hay un razón para que Maisie exista, y es
quien da un fuerte mensaje al final de la película: “Ellos están vivos, al
igual que yo”, dando a entender que los dinosaurios, aunque son clones creados genéticamente,
respiran, conviven y sienten, igual que ella.
FIN DE LOS SPOILERS
Jurassic World: Fallen Kingdom es una magnifica secuela, que te mantendrá al borde del
asiento, con la adrenalina al máximo. Es la película más humana
dentro del universo de Jurassic Park,
porque retrata a los dinosaurios de una manera nunca antes vista: como seres
llenos de vida y no como experimentos de alto valor monetario. Te hará reír, te hará gritar, te hará
llorar, pero sobre todo, te hará amar más la vida de otras especies.
Mi calificación: 7.5
Mi calificación: 7.5